domingo, 8 de febrero de 2015

Natalia Pelayo.

Por puro merecimiento.

Todavía estoy asombrado por la joya que nos dejó Leonardo
Fabio la que recién termino de ver, realmente no tiene
desperdicio en cuanto a elogios merecidos en el plano
actoral.

Un párrafo aparte merece la actuación de Natalia Pelayo,
descubrir en ella sus grandes condiciones interpretativas fue
un verdadero placer, se trata de una bella joven actriz y
bailarina Clásica que pertenece al elenco estable del teatro
Colón de Buenos Aires y con su figura juvenil y su
hermoso rostro expresivo encarna la inocencia y sumado a
sus buenas dotes de bailarina logra formar un todo para la
satisfacción plena del espectador, obsérvenla no se pierdan
el placer de contemplarla, es una forma de regocijo para el
espíritu, así como en el tiempo de un obturar
fotográficamente hablando su rostro cambia de actitud, su
mirada ya no es la misma, está más allá del bien y del mal ,
no perdiendo la credibilidad y la inocencia.
No quiero dejar  de mencionar a Hernán Piquín en una 
actuación excelente.

Natalia Pelayo Entrar en contacto con tus miradas es
sinónimo de recreación, miras y alrededor tuyo, no existe
el mal, pareciera como que en él no crees.

Gracias por tanta belleza, me llevará tiempo decodificar
todas las imágenes en que te recreas.

Por supuesto que hablo de “Aniceto” un film realizado por
Leonardo Fabio, un maestro.

Del mismo rescaté en el personaje de Francisca a la
protagonista Natalia Pelayo y a ella están dirigidas 
estas merecidas líneas.
Bravo Natalia ve por más.
Juan Carlos Vidal  

·       05/02/2015 15:17

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